La electrónica de los vehículos modernos nos permite viajar con comodidad y seguridad. Ya no giramos la manilla de la ventana para abrir una ventana, sino que pulsamos un botón. Al acelerar no tenemos que avanzar manualmente el sistema de encendido: lo hace el ordenador del motor. Encendemos los limpiaparabrisas con un interruptor y en caso de accidente, los airbags nos protegen al máximo contra lesiones. Las emisiones de los vehículos se reducen con la ayuda de componentes controlados eléctricamente, lo que los hace más respetuosos con el medio ambiente que en la época en que se conducía con carburador (motor de gasolina) o bomba en línea (motor diésel) y se emitían gases de escape mucho más nocivos. Para lograr cero emisiones, en los próximos años veremos cada vez más sistemas de propulsión electrificados en todos los vehículos que circulen por las vías públicas. En resumen, hace décadas que no podemos prescindir de la electrónica.
Para comprender mejor en qué consiste la electrónica, en la categoría "electrónica básica" se incluyen conceptos básicos como tensión, corriente y resistencia, que se pueden calcular mediante la ley de Ohm. Los componentes que encontramos en las placas de circuito impreso de las ECU y que forman parte de un todo mayor los podemos encontrar en la página de “componentes y conexiones”. Componentes como el motor de arranque, el sensor de posición del cigüeñal o el motor paso a paso se pueden encontrar en otras categorías.
La ECU (Unidad de control electrónico) puede verse como una computadora. Un vehículo moderno está lleno de ordenadores: no es raro que haya entre 10 y 80 ordenadores. Las computadoras obtienen información de sensores analógicos o digitales y la procesan para controlar un actuador. Los principios de control se encuentran en la descripción general de “ECU y electrónica digital”. Además, las ECU se comunican entre sí a través del popular bus CAN (sinopsis: comunicación y redes).
